Morelia, Michoacán.- El ejercicio de la responsabilidad pública no se funda en el discurso político sino en la acción y un trabajo consecuente con los proyectos que se enarbolan en dicho, apuntó el diputado Adrián López Solís, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
En ese sentido subrayó que hoy el caso de los recursos para la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo se convierte en ejemplo de cómo la ficción discursiva pretende suplantar una operación política efectiva que concrete en realidad lo que se promociona en discursos.
Adrián López Solís refirió que en los hechos no existe interés federal para fortalecer y garantizar la suficiencia financiera de la Universidad Michoacana, tanto que el incremento para 2019 que se le autorizó de recursos federales sólo corresponde al alza que tuvo la inflación, lo que en términos reales no implica un crecimiento y si el que se enfrenten las mismas dificultades que han venido registrando año con año.
Recordó que de manera anual se firma un convenio entre la UMSNH, el Gobierno del Estado y el Gobierno Federal para la asignación de recursos ordinarios, el problema es que éste último no ha querido reconocer rubros en dicho convenio que han venido generando el rezago financiero en la Universidad.
Algunos de los rubros rechazados por la Federación a través de la Secretaría de Educación Pública son la falta de reconocimiento de plantillas y prestaciones, de recursos para el Bachillerato Nicolaita y para los albergues estudiantiles, para pensiones y jubilaciones, entre otros.
El legislador perredista subrayó que existe también un presupuesto diferenciado con otras universidades similares, de manera que el costo promedio por alumno es menor en al menos 12 mil pesos anualizados sobre la media nacional.
Además existen recursos que dejaron de ingresar debido al tema de la gratuidad educativa, y que representan cien millones de pesos menos de ingresos para la Universidad al año.
“El prometer no empobrece pero sí funda expectativas con base al engaño, lo que resulta a todas luces injusto para una institución como nuestra Máxima Casa de Estudios que lo que menos merece es que se le use como botín político con temas tan serios como lo es el de su condición financiera”.