El romance entre la marca Louis Vuitton y su diseñador de ropa masculina, Virgil Abloh, se consolidó en el Jardín de las Tullerías de París, que el estadunidense convirtió en las calles de Nueva York para homenajear a uno de sus iconos, Michael Jackson.
En el año en que se cumplen diez años de la muerte del rey del pop, el diseñador líder en redes sociales honró a Jackson por su capacidad de haber unido audiencias de todo el mundo en toda su diversidad, según la nota que recibieron los invitados.
El estadunidense no lleva ni un año al frente de Louis Vuitton, pero el furor de su nombramiento empieza a ser superado por el éxito de la alianza.
El director ejecutivo de la marca, Michael Burke, declaró al medio especializado «Women’s Wear Daily» que en sus primeras 48 horas de venta la primera colección de Abloh se vendió un 30 % más que la colaboración de Vuitton con la firma de «streetwear» Supreme en 2017, que ya entonces marcó un hito.
La colección de Abloh que la casa lanzó en junio ni siquiera ha salido oficialmente a la venta, pero las tiendas o eventos privados en los que han sacado las primeras piezas se agotaron en cuestión de dos horas.
Abloh, conocido por su marca Off-White y por ser íntimo del célebre rapero Kanye West, vive su trabajo en Louis Vuitton como un logro inaudito y el ejemplo de Jackson, hijo de una humilde familia afroamericana catapultado a una fama sin precedentes, le sirve de referente.
Para la colección otoño-invierno 2019/2010 tomó del cantante sus camisas de seda abotonadas o abiertas sobre camisetas de algodón; sus chaquetas militares con cuello mao; y su afán por las lentejuelas, que incluyó en sudaderas, chaquetas y camisas.
También sus guantes de brillantes y sus mocasines negros sobre calcetines blancos (y de otros colores), que utilizó como ilustración en las camisetas de algodón, anchas y rectas, inspiradas en las tendencias de patinaje.