Morelia, Michoacán.- Es claro el complejo panorama financiero para Michoacán y los retos que esto implica para cumplir las demandas de los ciudadanos, esto deja claro que ya no se puede postergar y que es urgente no sólo un real esquema de austeridad sino también de
Una verdadera reingeniería que refleje el compromiso del Gobierno del Estado, no sólo a la eficiencia del gasto de los recursos públicos, sino también de la voluntad de sanear las finanzas de la administración estatal
remarcó Luis Manuel Antúnez Oviedo, delegado nacional de Movimiento Ciudadano en la entidad.
Se ha hablado de que ha habido ajustes tanto en el gabinete, como también del gasto en algunas áreas, pero no se ha explicado de forma clara y transparente todas estas medidas, las cuales consideramos insuficientes para hacer frente a los retos que demanda Michoacán.
En primera instancia, dijo Antúnez Oviedo, el gobernador Silvano Aureoles debería comenzar por dejar de utilizar el helicóptero para asistir a todos los eventos, públicos y privados, porque esto nos cuesta mucho a los ciudadanos.
Asimismo, sugirió que debe también cerrar la Casa de Gobierno, convertirla en un museo indígena del estado, o alguna otra alternativa que refuerce la cultura e identidad del estado, y despachar desde Palacio de Gobierno, para que se generen otros ahorros.
También, dijo Luis Manuel Antúnez, debe erradicar del gasto público el pago de viáticos, telefonía celular y los gastos superfluos, que en nada ayudan y no son congruentes con la crisis financiera que presenta Michoacán.
El ahorro, la austeridad, el gasto eficiente debe ser no una política emergente, sino una práctica constante de buen gobierno que demandan desde hace tiempo los ciudadanos, y que es impostergable que lo atienda, remarcó el delegado nacional de Movimiento Ciudadano.
“Los gastos de la actual administración de Gobierno del Estado están completamente desbalanceados, se debe mejorar la recaudación y su aplicación”
además de mejorar los esquemas de transparencia y rendición de cuentas.
Es urgente también que se realice un diagnóstico real y a fondo del aparato burocrático del Gobierno del Estado, así como también el esquema del sistema educativo estatal, que demanda un estudio a fondo de lo que se destina a sindicatos.
En este diagnóstico, para tomar medidas reales, deben participar especialistas y ciudadanos, que proyecten además el futuro escolar y su crecimiento a mediano y largo plazos, en relación con la oferta actual y la demanda que se proyecta a futuro, para ajustar la plantilla actual con que se cuenta con los requerimientos que demanda el estado.