Tultepec, Edomex.- (Notimex).- El conocimiento de física y química de los artesanos pirotécnicos de Tultepec, combinado con su habilidad para manipular materiales, dieron como resultado la creación de piezas artesanales con carácter efímero, que pueden ser admiradas en una sola ocasión en el cielo nocturno.
“Lo que tiene esta galería artística es que metes a 120 mil personas en un solo espacio, lo que no hace un museo, y tu galería es el cielo. Volteas al cielo y ves estas estructuras, estas figuras y no las vas a volver a ver en tu vida, incluso las hueles, las escuchas, es un arte vivo que se vuelve efímero”
declaró el artesano Emmanuel Reyes, en entrevista con Notimex.
Heredero de una tradición de antaño, Reyes forma parte de la quinta generación de pirotécnicos en su familia. Desde los 15 años aprendió el oficio gracias a su abuelo; hoy, con 36 años, se dedica a la elaboración de espectáculos de pirotecnia a gran escala, como castillos y piromusicales.
“Cuando mi abuelo me empezó a enseñar esto de la química, la creación de los colores, las formulaciones y diferentes efectos que existen en la pirotecnia, dije ‘¡Wow! esto es magia´. Y me atrajo más porque mi abuelo era una persona que incluso no sabía leer, ni escribir, pero tenía un conocimiento químico impresionante”, relató.
El artesano explicó que en Tultepec se manufacturan diferentes tipos de pirotecnia, como la juguetería, que incluye pequeños cohetes y artificios de chispas con diversas características.
Dijo que en este caso, el reglamento de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos permite a cualquier mexicano comprar hasta 10 kilogramos de pirotecnia sin requerir algún permiso. Otra rama es la producción de castillos de luz, los cuales implican diferentes mecanismos de pirotecnia, impulsos y elementos voladores.
“Lo padre de la castillería es que es mexicana, es un elemento pirotécnico 100% mexicano, es decir, no existen este tipo de castillos en ningún otra parte del mundo”
Apuntó que también se elabora la pirotecnia para espectáculos aéreos y audiovisuales, como los que se desarrollan en festividades como el Aniversario de la Independencia de México. Además, en Tultepec se manufacturan los piromusicales, que son fuegos artificiales sincronizados con música.
Emmanuel Reyes expuso que la pirotecnia es una actividad que involucra variados trabajos y personas especialistas en cada uno de los procesos de producción. Describió que la fabricación de los productos inicia con la formulación química para obtener los colores y efectos específicos (truenos, humos, entre otros).
Los compuestos químicos que se emplean son los nitratos, para hacer los colores y percloratos, como el salitre o el azufre, además de papel reciclado para hacer los envases.
“Se están implementando cosas para que sea menos contaminantes y apoyar a la cuestión ecológica, porque obviamente la pirotecnia es muy escandalosa, se ve mucho humo, pero cosas básicas que uno hace a diario contaminan más que la pirotecnia”, aseveró.
Para las estructuras de los fuegos artificiales se emplean materiales como el carrizo. En el caso de los castillos, las torres son de madera y los soportes de los cohetes de aluminio y acero, todo esto engloba otra especialidad dentro de la pirotecnia.
En el caso de los piromusicales, se hacen ediciones de música y bosquejos “en esos diseños dices necesito tal cantidad de cometas o de minas de tal color, y das una lista y la entregas a otra persona para surtirla, y hay otra persona que se dedica a colocar la pirotecnia en su lugar”.
También hay personas dedicadas exclusivamente al transporte de la pirotecnia y a su quema. En el caso de los castillos, se requieren de entre 12 y 15 personas para instalar uno, aunque dependiendo su altura pueden ser hasta 40; el límite de altura es de 30 metros, por cuestiones de seguridad.
Al ser una actividad de alto riesgo, para la instalación de un taller son necesarias medidas de seguridad como pararrayos y barras de descarga de energía.
Reyes atribuyó los accidentes y explosiones que han ocurrido en los últimos años a errores humanos, sin embargo, aseguró que se debe modificar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, para que permita mejorar los procesos de producción y almacenamiento.
“Por ejemplo, nosotros no tenemos permitida la luz eléctrica en las instalaciones, porque se cree que podría producir una chispa, pero todos los talleres en otras partes tienen elementos como prensas hidráulicas o cortadoras eléctricas, y todo eso que reduce los riesgos y los tiempos de producción”
El artesano declaró que a pesar de las críticas, la pirotecnia es un elemento destacado de la cultura y folclor mexicano que ha estado presente a lo largo de la historia del país.
Relató que llegó a México hace 500 años, pues su uso bélico fue un factor determinante para la Conquista española. Luego, para evitar su importación de Europa, surgió en Veracruz el primer taller para elaborar pólvora con materiales extraídos en el territorio nacional.
“Cuando llegaron a la Ciudad de México, el salitre se agarraba de las orillas de los lagos como el Lago de Texcoco, había cenizas del Popocatépetl, que eran elementos sulfúricos y el carbón no era difícil conseguirlo”, contó.
Posteriormente, se instalaron almacenes de pólvora y armas en lo que actualmente es Chapultepec, pero con el crecimiento poblacional, esos talleres se fueron trasladando a la periferia.
“En ese crecimiento llegan las primeras moliendas a Tultepec, porque era parte del Lago de Xaltocán y también había mucho salitre en estas zonas. Entonces, los primeros barriles de pólvora llegaron aquí en la parte del Cerro del Tule, específicamente del barrio de La Piedad, donde 80% de los pobladores se dedican a esto”, declaró.