Anenecuilco, Morelos.- Pasaron ya 140 años desde que los ojos de Emiliano Zapata vieron por vez primera la luz, la casa en la que nació, un 8 de agosto de 1879, aún conserva una derruida estructura que se mantiene en pie, en ese lugar comenzaron los sueños de lucha por la tierra y la libertad.
Al parecer Anenecuilco, en el municipio de Ayala, Morelos, ha olvidado sus raíces, los estudiantes pasan frente a la estructura de dos habitaciones sin siquiera mirarla
El mural de 30 metros de longitud de “El Caudillo del Sur” realizado por el artista Roberto Rodríguez parece cuidar la casita de adobe, ahí están plasmados los diferentes pasajes de la vida de Emiliano Zapata.
Las coloridas figuras del mural parecen seguir a las pocas personas que caminan por sus pasillos, son trabajadores que remodelan el lugar para celebrar el año de Zapata, todo está guardado en bodegas y trabajan a toda máquina para tener la casa lista, esperan lograrlo, comentan mientras descansan de la faena comiendo naranjas frescas.
Este 2019, declarado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador como el Año del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata Salazar, representa la oportunidad de conocer a este personaje más allá de los libros de texto y las eternas clases de historia.
Así, el estado de Morelos cuenta con diversos recintos para conocer más acerca de la vida de Zapata como el Museo Casa Zapata, en Anenecuilco, Morelos, en donde se pueden conocer los restos de la casa en la que nació, un mural sonorizado, un auditorio al aire libre, una sala de usos múltiples, una galería de exposiciones temporales, jardines y el museo que por el momento está en remodelación.
En Cuautla, a poco menos de una hora de este punto, se puede visitar el Museo Vivencial 279, en donde el ejército porfirista se había acuartelado en 1911 cuando los zapatistas tomaron esta ciudad
la estación también fue protagonista en ese mismo año de la entrevista que Zapata sostuvo con Madero para pedirle la deposición de armas.
A pocas calles del lugar es posible visitar la Plaza de la Revolución del Sur, donde están sepultados los restos del general.
Esa región además fue en sus tiempos cuna de ingenios azucareros e importantes haciendas que fueron testigos, tanto de batallas como de reuniones e incluso una de ellas aún alberga los boquetes de las balas con las que fue asesinado el Caudillo; esta última es la Hacienda de Chinameca, conocida en la actualidad como el Museo del Agrarismo, situado en el municipio de Ayala.
Ahí se pueden observar algunas estructuras del ingenio azucarero, el museo da cuenta de la progresión del agrarismo en el país; otra de las haciendas por las que el Caudillo dejó sus ecos fue la de Coahuixtla, en ese mismo municipio, ahí es posible disfrutar de las ruinas de lo que fuera una imponente construcción que data del periodo Virreinal y escuchar la leyenda de Zapata y el Hijo del Diablo
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A poco menos de una hora de camino, en Tlaltizapán, está el Excuartel Museo de Emiliano Zapata, que tras el sismo de septiembre de 2017 registró daños estructurales, por lo que sus puertas permanecen cerradas, aunque a unas cuadras más adelante es posible apreciar el Mausoleo que el Caudillo se mandó construir con la finalidad de que ahí depositaran sus restos.
En Cuernavaca también se puede visitar la Plaza Moctezuma, uno de los primeros hoteles de lujo de esa ciudad y que fue construido hace unos 120 años, en la actualidad, aun cuando es una plaza comercial se puede disfrutar de buena comida en un restaurante que está en el patio interior y en el que muy seguramente Zapata también compartió los alimentos. (Con información de Notimex).