Morelia, Michoacán.- Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) son de los proyectos de desarrollo más ambiciosos de la pasada administración y también de los sectores productivos del país, así que antes de cancelarlos definitivamente, el Gobierno Federal debería escuchar la experiencia de las regiones y de los especialistas en la materia para decidir de forma conjunta si se continúan o no los esfuerzos que significa este proyecto, indicó Eduardo Orihuela Estefan.
En tribuna, el coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso local, sostuvo que desde 2017, el entonces Gobierno de la República buscó con las ZEE la generación de empleos bien pagados, atraer inversiones, fomentar las exportaciones y aumentar la productividad, con el objetivo de mejorar el bienestar de la región sur de México y por eso se firmaron los decretos de las tres Zonas Económicas Especiales; Puerto Chiapas, Coatzacoalcos y la nuestra, Lázaro Cárdenas-La Unión.
Sin embargo, agregó Orihuela Estefan
El presidente Andrés Manuel López Obrador ya dio a conocer que desaparecerán definitivamente las ZEE, pese a ser de los importantes sectores productivos del país. Además de que se tomó una decisión unilateral bajo el único argumento de que no han traído beneficios y que nunca hicieron nada por ayudar, pese a que existen promesas de inversión por más de dos mil 700 millones de dólares en el corto plazo.
Al fijar su postura sobre el tema, agregó el priista, se tenía una estimación para los próximos 20 años por cerca de los 45 mil millones de dólares en inversiones, de las que ya se contaba con cartas de intención hasta por un monto alrededor de los ocho mil millones de dólares. “No debemos ni podemos perder inversiones comprometidas que, en el terreno de los hechos, representarían la generación de ocho mil 406 empleos directos”.
El legislador lamentó la decisión del Ejecutivo Federal porque afecta la economía de nuestro país y en consecuencia la calidad de vida de los mexicanos y es que a estas alturas es difícil medir el impacto inmediato de la cancelación de este proyecto y, por tanto, de las inversiones comprometidas, pues cada una de las zonas presenta distintos avances, entonces es complicado hacer un cálculo real del costo de oportunidad que puede perderse con las inversiones que, de cancelarse, no llegarán a concretarse.
En su lugar y de acuerdo con la vocería del Gobierno de la República, se darán supuestos proyectos de desarrollo en la región sureste del país, por ejemplo: el Tren Maya, “un megaproyecto sin pies ni cabeza, porque no existen estudios adecuados de impacto ambiental ni investigaciones de viabilidad mercadológica, y es que antes de ser un gran proyecto de obra pública, es un capricho que corre el riesgo, según los expertos, de convertirse, en no más de seis años, en un “elefante blanco” abandonado”.
Orihuela Estefan también hizo mención de la refinería de Dos Bocas, un proyecto que aunque insisten que costará la de por sí onerosa cantidad de siete mil millones de dólares, lo más probable es que se duplique esa estimación, además del escándalo de sobornos y lo que han comentado los propios técnicos, que no será rentable, que no estará lista en este sexenio, que el terreno es el peor y que nadie quiere financiarla.
También se refirió al Corredor Transístmico, del que, por cierto, no hay suficiente información sobre cómo se aprovechará y que la población que vive ahí, mayoritariamente indígena, no sabe en qué va a consistir; además de que aseguran que atenta contra la autonomía y la libre determinación de sus comunidades, pues antes que un tren, que no es prioridad, carecen de servicios médicos y educativos, de programas sociales, de agua potable, de apoyos para el campo y la comercialización de sus productos.
Este mes de mayo, abundó Orihuela Estefan, la actual administración cumple medio año en funciones, así que considero que es tiempo suficiente para empezar con evaluaciones serias sobre sus promesas y compromisos, ya se han discutido e incluso cancelado algunos otros proyectos iniciados en el sexenio anterior como el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, la Termoeléctrica de Morelos y el Tren Interurbano México-Toluca, así como el Consejo de Promoción Turística o el propio Inadem, entre otros, todos ellos en contra de las mejores prácticas internacionales.
Finalmente reiteró la invitación a que antes de tomar este tipo de decisiones se hagan las consultas con expertos para evitar afectaciones a los mexicanos y particularmente a los michoacanos, así que también instó a que el gobernador del estado en el ejercicio de sus facultades y atribuciones e incluso a través de la Conago, levante la voz para evitar la cancelación de las ZEE o, en su defecto, se plantee un proyecto semejante que le sustituya, y que realmente mantenga los beneficios e incentivos que proponía este novedoso esquema.