Morelia, Michoacán.- Ante la negativa de algunos diputados de que se repitiera la segunda votación para la elección del o la presidente (a) de la Comisión de Derechos Humanos y la exigencia de otros porque se volviera a dar, la propuesta del diputado del Partido del Trabajo, Salvador Arvizu Cisneros, fue que se ¡agarraran a putazos!.
Como inicialmente había un total desorden en la sesión que se le salió de las manos al presidente de la mesa directiva, Antonio Madriz, no alcanzaban a escuchar bien al petista, así que alzó más la voz y ahora fue ¡»ya arréglenlo en una ronda de chingadazos!».
Posteriormente y cuando ya algunos diputados habían tomado la tribuna para evitar que se perdieran de vista las cédulas con la votación de los legisladores, el morenista Fermín Bernabé discutía algo con la de la representación, Miriam Tinoco, a lo que Erik Juárez le exigió que no se metiera con las mujeres.
De inmediato, Tinoco le respondió que eso no le extrañaba a nadie, ya que tenía antecedentes de ser maltratador de mujeres y eso es lo peor que un hombre puede hacer.
Acto seguido, la mayoría de los diputados de Morena, del PRD, del PT y del PAN, decidieron abandonar el recinto legislativo y el receso que se había programado por cinco minutos, tiene horas y hasta el momento Madriz no ha dado a conocer en qué momento los volverá a citar.
Pese al nivel que se manejó por parte del petista, ahora señalan en esa bancada que la interrupción violenta e ilegal, por parte de algunos diputados del PRI, del PVEM y de la Representación Parlamentaria, de la Sesión Extraordinaria en donde se elegiría al nuevo presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), es un hecho lamentable, vergonzoso y deshonesto.