Morelia, Michoacán.- La cita se hizo a las 16:00 horas para iniciar la marcha feminista en Morelia una hora más tarde. Poco a poco llegaban las mujeres y se pensaba que se juntarían de 200 a 300, pero cerca de las 5 de la tarde, incluso las autoridades reportaban que eran más de cinco mil, en su mayoría con playera morada.
La Calzada Fray Antonio de San Miguel fue testigo de la llegada de esas miles de mujeres que exigen un alto total al asesinato de mujeres, de otras más que exigen la legalización del aborto, también se pidió el respeto a las mujeres indígenas y en general un alto total al machismo.
Pero no fueron únicamente mujeres las que decidieron marchar desde la calzada hasta Palacio de Gobierno, en tres contingentes: el primero solo con mujeres, el segundo de mujeres con sus hijos mayores de 12 años y el tercero con hombres que apoyan el movimiento.
En los tres, se leían cartulinas en las que se recordaban a algunas mujeres a las que les han arrebatado la vida, otras con los datos de mujeres desaparecidas, pero eso sí, todas unidas con el objetivo de un alto total a la violencia en contra del género, en cualquiera de sus modalidades y la exigencia al gobierno a que dé resultados; sin mencionar partidos, sin mencionar nombres.
Lo que sí dejaban claro en una de sus consignas era: “no somos una, no somos 100, pinche gobierno, cuéntanos bien!”. Al pasar por iglesias, algunas personas hacían vayas para evitar se acercaran y hasta la bendición les daban, pero sin dejar de retar a las pertenecientes al movimiento; la respuesta de ellas fue “con nuestros salarios, compran sus rosarios”.
En la puerta de lo que serán las oficinas del IMSS, se acercaron tres jovencitas e hicieron una pinta y una segunda se dio en la puerta de Palacio de Gobierno, donde se instalaron por algunos minutos para exigir la respuesta de las autoridades en el tema de feminicidios.
Poco antes, frente al congreso del estado, se exigió la legalización del aborto en Michoacán, bajo el contexto de que son dueñas de su cuerpo y deben ser libres de decidir. De hecho en la marcha muchas de ellas portaban pañuelo verde, sinónimo de estar a favor de este tema.
Por momentos, el silencio se daba en la marcha; las mujeres levantaban el puño derecho, en señal de solidaridad con las desaparecidas o las fallecidas. Después venía la petición en sus cartulinas: “si mañana desaparezco, por favor no dejes de buscarme, no te rindas!.
Ya para finalizar, quedó en ellas la firme convicción de que es el primero de los pasos para estar unidas, para evitar la violencia en contra de ellas y que se dé la respuesta de las autoridades a sus demandas.