En la opinión de Martín Medina
Morelia, Michoacán, 14 de septiembre 2020.- La secretaria de salud del estado se muestra preocupada ante la acelerada proliferación del ‘Aedes albopictus’ (mosquito tigre), vector de transmisión de peligrosas enfermedades como el Zika, el Dengue o el Chikunguña, entre otras. La presencia del mosquito tigre en nuestro estado ha aumentado, durante la primera mitad del año, hasta un 70%. Las lluvias de verano y la falta de mantenimiento, durante la pandemia, han potenciado su expansión. Ante esta situación de alarma creciente, se recomienda implicar a la ciudadanía en su control adoptando medidas como las aplicadas por el ayuntamiento. Y es que desde la costa se está expandiendo también a algunas zonas del interior. Altas temperaturas, copiosas lluvias y la falta de mantenimiento de zonas arboladas y húmedas, debido al confinamiento por el coronavirus, de este verano han constituido el perfecto cóctel molotov que ha impulsado la vertiginosa proliferación de mosquito tigre este verano.
La secretaria de salud señala en este año además un especial incremento de estos insectos debido a que, durante el periodo de confinamiento, muchas áreas han permanecido cerradas y sin mantenimiento por parte de sus dueños, que no han podido acudir a ellas. Las lluvias que han tenido lugar en este periodo han llenado bebederos de animales domésticos, macetas, juguetes que hayan quedado en los jardines. Todos ellos son lugares excepcionales para que la hembra del mosquito tigre deposite allí sus huevos. Los riesgos de la presencia del mosquito tigre radican en su capacidad para transmitir hasta 22 tipos de virus diferentes, asociados a enfermedades potencialmente mortales. Enfermedades que, si bien hasta hace unos años nos eran completamente ajenas, cada vez resultan más familiares. Según estudios sanitarios, los últimos años, periodo en que este insecto ha doblado su presencia en nuestro país, ha registrado más de un millardo de casos de estas tres enfermedades.
Desde 2018, se ha comenzó a registrar casos autóctonos de Dengue, una enfermedad contagiosa para la que a día de hoy no existe cura. En concreto, en el 2018 se registraron algunos casos y otros más en 2019. El riesgo de nuevos brotes este año es una realidad, y en algunas zonas su prevalencia es mayor y donde la movilidad de personas en los meses de verano es también más alta. Estos factores, sumados a la humedad y las altas temperaturas ponen el foco de los expertos en muchas zonas de Michoacán.
Y es que el ‘Aedes albopictus’ se encuentra asentado prácticamente en prácticamente todas las comunidades de Michoacán. En Morelia la amenaza tiene nombre de un pariente cercano: el ‘Aedes japonicus’. Por todo ello, y en plena pandemia por el coronavirus, con los servicios de salud pública bastante colapsados, es de vital importancia reforzar las medidas de control, tanto por parte de las administraciones públicas como de la población en general, a fin de intentar contener al máximo la presencia de esta especie y frenar su propagación.
Las recomendaciones, en línea con las de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluyen el control profesional de estos mosquitos unido a otras medidas cotidianas llevadas a cabo por parte de la población para evitar que el mosquito deposite sus huevos: 1. Vaciar el agua de los platos de las macetas. 2. Renovar el agua de las piscinas de plástico y cubrirlas cuando no se utilicen. 3. Mantener limpios canales y desagües y evitar acumulaciones de agua. 4. Cambiar frecuentemente el agua de los bebederos de los animales domésticos. 5. Cubrir cualquier objeto que pueda acu-mular agua. Asimismo, se advierte de que “es de la máxima importancia mantener una alerta constante ante una posible incursión de otra especie de mosquito”. A la vista está que la amenaza de determinados insectos en nuestro hábitat puede causar enfermedades muy importantes.