Hace tiempo que aprendí, que lo mejor es escribir desde la óptica que uno tiene de las cosas; sobre aquello que conoce. Me dedico a la comunicación y desde esta perspectiva prefiero escribir acerca de la detención del General mexicano, Salvador Cienfuegos.
Me parece que con su detención, pierde todo el país. Como Marca-País, pierde todo México, porque seguiremos siendo etiquetados como un narco-estado o un narco-país. Esto, aunque no se crea, afecta toda la imagen y la reputación de los mexicanos. Para unos más que para otros, pero afectará a todos.
En segunda instancia, pierde y demasiado, el expresidente mexicano, Enrique Peña Nieto. Salvador Cienfuegos, fue uno de los pilares de su gobierno y ahora está siendo denigrado, a pesar de que aún no existe una sentencia condenatoria en su contra. Esto alimenta aún más la historia de corrupción del pasado y Peña Nieto, será recordado como el Presidente con el régimen más corrupto en la historia reciente del país. Desde luego, no hay nadie que defienda la imagen del expresidente, y tampoco lo habrá.
También pierde el PRI. Su imagen y reputación siguen siendo dañadas. Fuera del mundo de la política o de los políticos -que es un mundo pequeño-, los priístas siguen siendo vistos como gobernantes corruptos y ahora, se alimentará en su contra el relato de sus complicidades con el narcotráfico. En menudo lío de imagen se encuentran los priístas, y tampoco creo que alguien vaya a salir a dar la cara para intentar revertir los daños.
Pierden los políticos de este país, pues el ciudadano ordinario suele meterlos a todos en un mismo cajón: “los políticos mexicanos”. Con la detención del General Cienfuegos, los políticos seguirán siendo uno de los personajes menos queridos por la población. Con este daño en imagen, paradógicamente subirán los bonos de otros que también harán política, pero aún no aparecen en escena: los independientes. Habrá que esperar su aparición y analizar su estrategia de neurocomunicación y neuromarketing.
Desde luego, pierde el Ejército mexicano, que ahora será visto como un narco-ejército. Este es un grave problema, porque el ejército ha sido una de las instituciones de mayor prestigio en el país, pero este tipo de hechos, mancha de manera importante su reputación.
Y por último, pierde el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. ¿Por qué? Porque se hace evidente algo: el mayor y más efectivo combate a la delincuencia organizada, no la hace el Presidente mexicano, la están haciendo los norteamericanos.
Tan solo este elemento, podría servir para desgastar la reputación de la marca MORENA, solo que hasta el momento tampoco percibo que sus opositores estén aprovechando la coyuntura.
Una pregunta para todos: ¿por qué el Presidente López Obrador no detiene capos importantes en México? Su lucha contra la corrupción intenta -él intenta- generar una percepción de ser implacable, y lo viene logrando de alguna manera, pero atacando solo algunas empresas o a ciertos personajes que fueron sus rivales a través del tiempo.
Sin embargo, en los rubros en donde más capos hay y son más dañinos para el país, no pasa nada. En el huachicol, en los sindicatos, con los narcos, con los políticos más corruptos o con los integrantes de la mafia del poder, nunca pasa nada, por lo menos nada generado por el Gobierno de López Obrador.
Y algo adicional: habrá que esperar y saber “qué canta” Salvador Cienfuegos. Sabe mucho.
Si López Obrador le apostó a “la amistad” de Trump, me parece que ahora el gobierno norteamericano lo tiene agarrado de las ingles, y lo que diga el General Cienfuegos será oro molido para mantenerlo así: hincado.
* El autor es consultor, estudia la maestría en Comunicación, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
WhatsApp 4433-181742