Ya es muy común escuchar acerca de historias de terror por el nivel de violencia en México, y en Michoacán, en particular. Esto es ya un “lugar común” en el país, sin embargo, lo mismo sucede con declaraciones de algunos actores políticos y sociales que aseguran que, coordinarse entre gobiernos, desmilitarizar al país, elevar la pena de cárcel o implantar la pena de muerte, serían de las pocas “soluciones” al problema de inseguridad pública que se vive.
El problema, es que tenemos muchos años respondiendo lo mismo y no sucede demasiado.
Para darnos una idea, en el primer semestre de este año 2021, al menos 15 de las 32 entidades de la República mexicana presentaron focos rojos por delitos del crimen organizado, con tasas muy altas en homicidio, secuestro, extorsión, narcotráfico y robo de vehículo; Michoacán, está en la lista de estas 15 entidades.
La tasa de homicidio, fue de 28 por cada 100 mil habitantes. Es decir, de las más altas del mundo, solo debajo de El Salvador, Honduras, Venezuela, Sudáfrica y Brasil; y algo aún más significativo, es que el 80% de estos homicidios, tuvieron relación directa con el mercado negro de las drogas y le corresponden al gobierno federal, que decidió no intervenir en el fenómeno.
Si la realidad es ésta, ¿se puede hacer algo diferente para disminuir el problema? Sí, y parto respondiendo a una pregunta: ¿El delincuente nace o se hace? Es necesario saber esto, para iniciar un abordaje al tema desde otra perspectiva: la de la mente humana.
Pude charlar con la Licenciada en psicología y Maestra en Dificultades en el Aprendizaje, Julieta Gutiérrez Núñez, acerca de esto y me explicó algunas cosas por demás interesantes para comprender, desde el punto de vista psicológico, por qué la solución al problema de los delitos violentos en México, no está en elevar las penas, en la cadena perpetua o en la pena de muerte.
Les comparto fragmentos de la plática: Christián (Ch) Mtra., ¿cuáles pueden ser los motivos por los cuales delinque violentamente un delincuente? Julieta (Ju) Bien, hay que decir que la delincuencia es, en estricto sentido, “esa conducta resultante del fracaso del individuo al no adaptarse a las demandas de la sociedad en la que vive”, por ello, los motivos por los cuales delinque una persona son, entre otros:
Causas biológicas: Aquí se puede hacer mención de los llamados “Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia”, en especial, el llamado trastorno por “Déficit de Atención con Hiperactividad”, como causa que genera problemas de conducta, que sumados a la impulsividad característica de este trastorno puede producir violencia, es decir, aquella persona que tiene problemas de conducta durante la niñez, está en mayor riesgo de convertirse en un adolescente y en un adulto violento. Aquí es muy importante hacer un esfuerzo para aportarle al niño hiperquinético con problemas de conducta, recursos terapéuticos oportunos e intensivos para evitar que se convierta en un delincuente.
Causas Psicológicas: En la actualidad la violencia se relaciona de manera consistente con un trastorno de personalidad llamado “Trastorno Antisocial de la Personalidad”. La característica esencial de este trastorno es un patrón general de desprecio y violación a los derechos de los demás; esto puede comenzar en la infancia o en el principio de la adolescencia y puede continuar en la edad adulta. Este patrón también ha sido denominado “Psicopatía” o “Trastorno Disocial de la Personalidad”. Estas personas suelen ser inteligentes y pueden aparentar ser personas normales, pero al mismo tiempo podrían estar planeando algún acto delictivo sin exhibirlo.
Causas sociales: La desigualdad económica es causa para que el individuo desarrolle desesperanza. El hecho de una imposibilidad para progresar socialmente sí causa, en algunos casos, violencia; la frustración se suma a la evidencia de que no hay otra alternativa para cambiar el destino personal. Esto no quiere decir que la pobreza ocasione mayor delincuencia, solamente es una de las muchas causas por las cuales la persona puede llegar a delinquir.
El sistema educativo: La falta de educación puede ser otro catalizador de la delincuencia, ya que el niño que no tiene cierta educación, aunado al ocio, puede encontrar un detonante para delinquir violentamente (no ocupar la mente en algún trabajo o estudio, suele ser muy pernicioso).
(Ch) Elevar las penas o implantar la cadena perpetua ¿puede llegar a frenar este fenómeno social? (Ju) Recordemos algo, el psicópata no tiene conciencia moral, no tiene sentimientos de culpa, por lo tanto, el estar más o menos años en prisión no frenará esta situación. Lo que es más, en prisión se aprenden cosas más negativas. Más bien hay que crear programas de efectiva rehabilitación dentro de las prisiones, pero siendo honesta, poco cambiaría la situación, ya que debe ser un trabajo integral en donde se cultive a las personas desde su infancia, dándoles mejor educación, siendo guías, observando su desarrollo y dándoles todo el apoyo que estos necesiten. Lo más recomendable es educar y crear una “Cultura de Prevención”.
(Ch) ¿Cuáles pueden ser las acciones concretas para evitar la proliferación de delincuentes violentos? (Ju) Varias, por ejemplo: a) La prevención, es decir, educar a las personas para evitar todo tipo de circunstancias adversas o, por lo menos, tratar de hacerlo para reducir el índice delincuencial; b) Ampliar las oportunidades para acceder a espacios de recreación, esparcimiento o formación para el trabajo; esto ayudará a tener ocupados a los niños y adolescentes para que estén pensando en cosas positivas; c) Desarrollar programas para apoyar a las familias y a la comunidad en el cumplimiento de sus funciones referidas a criar y educar a sus hijos en un ambiente de confianza y comprensión; d) Que en la escuela y en el hogar existan reglas claras; si se observa en el hijo o en el alumno alguna conducta fuera de lo normal -en especial de conducta-, es importante canalizarlo con un especialista para erradicar esa conducta; e) Darle a este tipo de personas recursos terapéuticos oportunos; f) Tener gente preparada en las escuelas para que no solo se eduque al alumno, también a todo su entorno, comenzando con los padres de familia; f) Al niño y adolescente, darles oportunidad de una buena educación, en donde se sientan personas capaces de realizar cualquier actividad y en donde se den cuenta que a través del esfuerzo y del trabajo se pueden conseguir cosas; g) Se tiene que trabajar con la familia, los docentes, los hijos, los alumnos, en suma, educar todo el tiempo y en cada momento.
Lo que nos dijo la psicóloga debe llamar a la reflexión de autoridades, políticos, medios de comunicación y a la propia sociedad civil. Debemos plantearnos, si es con una Guardia Nacional, con más militares en las calles, con más líderes militares con negocios y obra pública, con “coordinación interinstitucional”, con más patrullas, con más exámenes de control y confianza, con más capacitación, con más tecnología, con gobiernos “alineados” de un mismo Partido, con más programas y fondos para seguridad ciudadana, etc., como se podrán disminuir en verdad los problemas de inseguridad que tenemos en Michoacán y en todo el país.
¿De qué otra manera deberían abordar los políticos y las autoridades el fenómeno de la violencia y delincuencia? Aquí les dejé respuestas.
Por cierto, esta entrevista la hice en el año 2008 y se publicó con el título: Prevención o cadena perpetua: ¿por qué delinque el delincuente?
¿Ya habrán cambiado las cosas?
* El autor es consultor, estudia la maestría en Comunicación, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
WhatsApp: 443 3181742