Este viernes esta en Morelia el presidente López Obrador para formalizar la transferencia de los servicios de salud al modelo IMSS-Bienestar, y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla no tiene buenos resultados qué entregar.
Michoacán sigue en el top de la violencia criminal. El mismo día que fue allanado ilegalmente por la Guardia estatal y militares el rancho “La Joya” en el municipio de Lagunillas y propiedad del conocido empresario Valentín Rodríguez, hombres armados atacaron las instalaciones de la empresa de telecomunicación Media Group en Gabriel Zamora, Apatzingán y La Huacana…
En “La Joya”, el mandatario morenista armó tremendo escándalo mediático porque le contaron -sin comprobar en el Registro Público de la Propiedad, que es su área-, que el rancho era del ex gobernador Silvano Aureoles, lo que resultó falso.
Luego salió con que la dueña era esposa de un ex funcionario, que resultó el titular de la Auditoría Superior de Michoacán, a quien no quieren los guindas por eso de la rendición de cuentas. Pues Miguel Ángel Aguirre Abellaneda que se jala a un grupo de periodistas para que constataran la propiedad de su pareja: cuatro hectáreas de terreno llano, pedroso y seco.
El caso que ingreso ilegal a “La Joya”, tuvo que ver con una supuesta llamada al C5i denunciando que ahí se habían llevado a un secuestrado. Valentín fue avisado y llegó de inmediato; a pesar de que los agentes no mostraron orden de cateo, les dio acceso a la casa para que revisaran. Que mucho lujo. No manchen. López Obrador vive en el Palacio Nacional y ni siquiera paga renta.
Pues la Guardia Estatal y los militares no encontraron al presunto “levantado”, ni dinero, ni armas, ni drogas. Solo a tres policías comisionados como “escoltas” por la propia SSPE al ex gobernador que sí ha recibido amenazas de muerte. ¿Qué estaban haciendo ahí los guaruras? Ya lo sabe Bedolla, para qué se hace. Pero ¿cuáles hechos? ¿qué pasó el secuestrado?
Porque hasta ayer, la Fiscalía de Michoacán sí cateó “por un delito de privación de la libertad” y jalaron una camioneta “relacionada con los hechos”. Se trata de la “Ford Ranger, color blanca, cuatro puertas, modelo 2010, placas 428-WXV, relacionada con desaparición de la víctima”. Otra vez: ¿cuál secuestrado, quién es, on´ta?
Entre este mazacote de información pública que debiera ser veraz y oportuna, el rancho de Valentín Rodríguez, chile de todos los moles y amigo de todos los colores -sobre todo el verde, de aguacate y de dólares- y que frecuentemente presta a sus cuates, entre ellos varios ex gobernadores, empresarios y demás, hoy esta “asegurado y relacionado con desaparición de un hombre”, de acuerdo con el despacho de prensa.
Aquí la pifia de Bedolla con “La Joya”, vino a ser un mega empujón hacia arriba para Silvano Aureoles, porque ahora no hay duda de la persecución política en su contra. Se trata de atacarlo por lo que sea. Ahora si que ni una flatulencia, porque ahí andan atrás.
Escribí líneas arriba, que Valentín Rodríguez es conocido en Michoacán; fue alcalde de Tacámbaro dos ocasiones y ex diputado por el PRI, incluso buscó la candidatura para gobernador de la alianza PRI, PAN y PRD en el 2021. No se dio y siguió como si nada en sus prósperos negocios. En su tierra natal levantó un complejo turístico chingón, que incluso conoció Carlos Slim. Por años lo señalaron de vínculos con el narco pero nunca le probaron nada.
Hay un antecedente a considerar: el ex gobernador perredista y participante en la alianza “Va por México” ha iniciado la integración de coordinaciones estatales de su proyecto “Por amor a México”. Acaba de instalar la correspondiente a la Ciudad de México y obvio, va por la de su estado natal. Pudo -es una conjetura- pedirle el rancho a Valentín para organizar ahí el evento, y por eso los escoltas en el lugar. ¿O qué? ¿acaso no les preguntaron qué hacían ahí? Nadie ha referenciado ese dato.
Entonces, tuvo razón Aureoles al recomendar a su sucesor que si quiere entregarle algo a López Obrador, sean “resultados, amigo, no le entregue montajes, no le mienta al presidente. Mejor póngase a trabajar”…
***
Porque también es cierto que el violento ataque a las instalaciones de Media Group, pudo haberse evitado.
El gobernador Bedolla y el fiscal Adrián López fueron enterados desde el año pasado, de las amenazas y exigencias de “pago de piso” a la empresa de telecomunicación. Es la misma modalidad que operaban los templarios: “asociarse” con los dueños de negocios, chiquitos, grandes, da igual porque de todos modos dejan lana, para quedarse con el tiempo con todo el usufructo y lavar dinero.
Así pasó con restaurantes, bares, clínicas, abarroteros, concesionarias de autos, tiendas, las huertas de limón, aguacate, etc. Comienzan con la “cuota” y luego, como son buena onda, resulta inversión de capital para ser “socios” del negocio.
Ni antes ni ahora, Media Group ha querido presentar denuncia por el miedo pavoroso a las represalias. Pero en su papel de amigos, dada la buena relación que tiene esta empresa con el gobierno morenista y el fiscal, convencer de la importancia de la denuncia para acceder a los instrumentos de investigación criminal y dar con los malosos que sí han de ser de un grupo pesado por la escala de su violencia.
Terrible lo que sucede a este medio de comunicación y comprensible el miedo de los dueños y empleados. Pero ya no hay de otra que denunciar y confiar en las autoridades. Ruego desde este modesto espacio, por seguridad personal para mi amiga Laura Yadira, porque es una periodista en riesgo…
***
Cada mañana y la siguiente también, desde su púlpito del salón Tesorería de Palacio Nacional, el Presidente del país, calumnia, difama, denigra a instituciones, jueces, partidos, intelectuales, feministas, organizaciones de la sociedad civil y periodistas que osen criticar su gobierno cucho; incluso ofende y desprecia a médicos que reclaman su salario, a campesinos que piden de vuelta programas desaparecidos y hasta los niños con cáncer que suplicaban por sus quimios.
Es el ataque cotidiano en vivo, a través de los canales de comunicación públicos, del Presidente contra el que se le antoje a sus intrigadores de cabecera. Corruptos, ladrones, miserables, traidores a la patria, expresiones recurrentes para inducir el linchamiento mediático de sus huestes y destazar reputaciones e imagen. Nunca fundamenta ni prueba, pero cómo tizna.
Más de cuatro años así, y nada parecía poner un alto a tanto abuso y arbitrariedad. Hasta que la senadora panista Xóchitl Gálvez decidió invocar su derecho de réplica y solicitar por escrito, el espacio para responder a una falsedad de López Obrador, en el mismo horario y por el mismo canal: “la mañanera”.
Si todas y todos los agraviados, todos estos años, hubieran hecho valer este derecho constitucional, la comunicación presidencial desde hace mucho ya estaría sujeta al escrutinio legal. Pero no, le tienen un miedo atroz. El valiente vive hasta que el cobarde quiere.
Y si que AMLO anda desatadísimo. De Ciro Gómez Leyva insinuó que pudo haberse mandado a matar él mismo; el Poder Judicial y la Corte, plagados de corrupción y vicios; le atribuyó a Diego Fernández de Cevallos el, “lo que no pudo la justicia, lo logró el cáncer”, sobre el enfermo Fiscal General de la República.
“Miserables” quienes “mataron” en las redes a Alejandro Gertz, de 83 años, el pasado fin de semana. Sin hipocresías, ¿a quién le conduele, fuera de su familia y amigos? ¿A López Obrador le pesó la masacre de una familia completita, una niña y un niño, en Veracruz? ¿El espantoso asesinato de José Melesio, su novia, su cuñada y la prima, en Zacatecas? Esta sangre derramada y vidas cegadas de connacionales no le duelen, sí que hayan publicado que el fiscal ya se había petateado.
Pero estoy con la senadora Xóchitl Gálvez, la única con ovarios para reclamar ante un juez de Distrito en Materia Administrativa, le sea garantizado su derecho de réplica, porque el Presidente del país -sujeto obligado, de acuerdo al Artículo Sexto Constitucional y Ley Reglamentaria- ¡se lo negó!
El pasado 19, el juez admitió la demanda de amparo de la senadora para su estudio de fondo; por los tiempos legales, la Presidencia de la República ya estará por rendir ante el juzgador el informe justificado del porqué se le negó ese derecho.
López Obrador, el lunes 5 de diciembre, como siempre de bocón mal informado, dijo:
“Acaba de decir la señora Xóchitl Gálvez que ella va a quitar los programas de apoyo a los adultos mayores, lo mismo planteó la que era candidata del PRI en Hidalgo, y han votado para que no se apoye a los adultos mayores, ni se apoye la educación pública, ni se apoye la salud pública, que no se entreguen becas a personas con discapacidad, porque todo eso para ellos es populismo, es paternalismo. Ellos quisieran que el gobierno estuviese al servicio de una minoría, ese es su ideal, su verdadera concepción”.
Ese mismo día, Xóchitl, en su derecho de ser escuchada, solicitó aclarar lo que se le atribuye por no ser lo que le dijeron que dijo. El martes 6, AMLO no se retractó y desafió a la justicia que lo obligue a concederle el derecho de réplica. Esta argumentación de la negativa, es una lindura:
“Ella tiene todos los foros. Que vaya a Reforma, o con López-Dóriga, con Ciro (Gómez Leyva), con Alazraki, o en el Senado. Yo sostengo que ellos no le tienen amor al pueblo y que si fuese por ellos, no existirían los programas de Bienestar. Me consta, Fox estuvo en contra de la pensión a los adultos mayores y ella trabajaba con Fox, la señora Xóchitl Gálvez”.
Lo mejor:
“Que use otras tribunas y que vaya a engañar a otra parte, y si no le parece, ella ya es experta en presentar denuncias en la Fiscalía. Si me obligaran a garantizar derecho de réplica, lo voy a hacer; solo si la autoridad competente me lo exige, pero que haga su trámite”.
Pues Xóchitl sí hizo el trámite, y si el juez no le saca, merecerá reconocimiento nacional por abrir “la mañanera” a todas las voces. Porque insisto, ya es un bien público difundido por los canales del Estado, y toda o todo connacional que se sienta agraviado, vilipendiado e injuriado por el Presidente del país, tiene derecho a expresar su postura.
En mi opinión, esto si es nota de seguimiento. Porque neta, en qué termine Genaro García Luna, no le importa más que a su familia y amigos; a López Obrador que reclama 700 millones de dólares en contratos a empresas supuestamente relacionadas con el ex funcionario federal, pero primero se cobra Estados Unidos los costes de tan sonado juicio. ¿Para qué los quiere? Para lo mismo que los dos mil mdp que dizque “para devolverle al pueblo lo robado”. Que porque puede hundir a Calderón, pues también es problema de Felipe, su familia y amigos.
La única y soberana verdad, es que AMLO, como en seguridad y salud, no ha hecho nada contra la corrupción y al contrario, la fomenta y solapa en su secta política…