Las marcas de cualquier categoría deben vender; vender café, tenis, servicios educativos, alcohol, servicios de psicología, de pediatría, vender ideas políticas, proyectos de gobierno, ideologías de partido político, vender ropa nueva, ropa usada, ropa local, ropa del extranjero, etc. En realidad, cualquier marca debe vender sus bienes, productos, servicios o ideas.
Bien, saber esto no es nuevo, pero sí demasiado relevante, porque de aquí partimos para construir una parte indispensable de un plan y una estrategia de neurocomunicación y neuromarketing.
Un fenómeno con el que me enfrento como marcólogo, es que con frecuencia el cliente potencial o el cliente, no sabe con precisión qué vende y, por lo tanto, no sabe definir a quién hablarle para vender.
Esto que estoy diciendo parece poco creíble, pero les aseguro que así sucede.
El abogado que se acerca a mí con la idea de contratarme para que haga de él o de su despacho una marca, lo que me responde cuando le pregunto, ¿qué quieres vender? es una idea común: “cómo que qué quiero vender, soy abogado, quiero vender servicios como abogado. Ok, les digo, suena lógico.
El político que se me acerca con la misma intención y ante la misma pregunta, suele responderme: “¿qué quiero vender? quiero vender que ayudo a la gente”. Bien, tampoco suena ilógico, aunque sí muy genérico.
El partido político que me busca para contratar mis servicios me responde cosas similares: “lo que queremos vender, es que somos la mejor opción entre los partidos políticos”. Correcto, tampoco parece fuera de lo normal una idea así, porque todos dicen ser “los mejores”.
Y así me sucede prácticamente en el 99% de las ocasiones que un cliente potencial se acerca a mí con la idea de contratarme como neuromercadólogo, lo cual debo decir que es algo “normal”, pero incorrecto.
¿Por qué les hablo hoy de algo que parece básico? Porque quiero poner el acento en las cosas.
Si no se sabe qué queremos vender, mucho menos podremos hacer un plan con una estrategia precisa de neurocomunicación y neuromarketing.
La clave está, en que el especialista que se contrate trabaje hasta dar con la esencia de lo que se pretende vender; pero no es solo que se le diga: “pues cómo qué… quiero vender ropa”.
Mi recomendación para ti que estás en proceso de crearte como marca o fortalecerte como una, es que sepas entender lo siguiente: “hagas lo que hagas, no vas a gustarle a todo el mundo o no todo el mundo tendrá la necesidad de tener lo que tú quieres vender”.
¿Me expliqué? Primero hay reconocer esto, para poder definir qué quiero vender, y te aseguro que tú o el especialista que se contrate definirá con precisión a quién se le debe comunicar.
Cierro con un caso:
¿Por qué el presidente de México López Obrador es un éxito con su modelo de comunicación política? Porque tiene perfectamente identificado qué vende y a quién debe hablarle para venderle. Obrador solo le habla a sus militantes y simpatizantes, y a nadie más.
¿Y por qué sus opositores no logran tener la fuerza comunicacional que tiene López Obrador?
Para empezar, porque no saben lo que quieren vender y después y por consecuencia, no saben a quién le deben hablar.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho / WhatsApp 4433181742.