Morelia, Michoacán.- En los últimos días hay mucha preocupación entre las madres trabajadoras que se habían acogido a la política pública de las Estancias Infantiles, misma que sufrió no solo un recorte presupuestal del 50% sino que también una serie de modificaciones en sus reglas de operación que tienden a que el estado desatienda esta política por considerar que como había algunas irregularidades quien debe pagar la ineficiencia del Estado mexicano para contener la corrupción más allá de visibilizar los problemas de corrupción que se han presentado no solo en esos programas sino en muchos otros, la tesis del presidente es que si hay corrupción hay que matarles la gallina de los huevos de oro a quienes han delinquido o han desviado recursos.
La cosa no para ahí ya vimos que sistemáticamente, aparece un recorte o desabasto y entonces hay el tema para una conferencia mañanera, advirtiendo y exponiendo las fallas del sistema, luego un funcionario ratifica con algún comentario mal planteado como el que los cuiden los abuelitos, luego una ratificación, pero la salida es peor que la entrada. Me refiero que la propuesta de entregar una cifra monetaria para que sean los mismos padres o madres de familia escojan que hacer con este recurso.
Varias organizaciones de la sociedad civil, claro ahora descalificadas por el nuevo régimen, hacen un llamado de alerta ante esta situación incluso llamándola perversa y claro que lo es en el sentido que la niñez es vulnerada en todos los sentidos, ya que ellos por si solos no pueden movilizarse y defender sus propios derechos, y los padres de familia tratan de solventar la situación de inseguridad, ante sus fuentes de trabajo o incluso cons sus propias familias.
Por tanto la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha hecho varios llamamientos sobre la vulnerabilidad de la primera infancia porque tiende a restringir su derecho a la educación y estimulación temprana en condiciones de bienestar y a su sano desarrollo integral.
Por otro lado existe la amplia posibilidad de que los padres busquen otras opciones para el cuidado de sus hijas e hijos que puede traducirse en do sentidos un gasto que impacte en la subsistencia o que se instituya un mercado negro de “cuidaduría de menores” es decir dejarlos al cuidado de personas sin preparación y se reflejaría en un riesgo a la integridad o seguridad.
En el peor de los casos que ese recurso no llegue al fin para el que hay la suposición, debido fundamentalmente que hay carencias de diversa índole y por ello la estancia propiciaba una descarga económica y un apoyo sobre todo a las madres trabajadoras que tienen familias monoparentales y que sus familias no están en condiciones de cuidar a sus hijos (de ahí la necesidad).
Otra de las agravantes del hecho es que se aumentan las brechas de desigualdad de género, la propia CNDH refiere que las madres “podrían verse obligadas a renunciar a su empleo para asumir el cuidado de niñas y niños en detrimento a sus derechos de igualdad sustantiva, al empleo y a la independencia económica”
Podríamos estar de acurdo conque una política pública puede no funcionar, puede que existan desviaciones, lo que las hace perfectibles, pero estas políticas surgen de una necesidad de la población de un Estado y no se debe tratar por igual el robo de combustibles, que el atentado contra la niñez.
Las estancias infantiles del sistema de salud son insuficientes, el instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) han podido solventar esta problemática por lo que la necesidad de crear espacios llevo a ejecutar este programa, aunado a que muchas familias no tienen al alcance ningún tipo de seguridad social.
Por ello es necesario replantear la política pública y no se trata de hacer tecnocracia, sino de adjudicar las responsabilidades jurídicas y no a los niños ya lo decía el viejo refrán espartana “patria somos los que fuiste, serás lo que somos”