Álamos, Sonora.- (Notimex).- El que viene a Álamos y no realiza una callejoneada, no habrá conocido este Pueblo Mágico, pues a través de este recorrido se tiene la oportunidad de admirar sus sitios emblemáticos, calles empedradas, así como disfrutar de una alegre y cántica velada.
La callejoneada está comandada por la Estudiantina Dr. Alfonso Ortiz Tirado, que suma más de 25 años de existencia. La experiencia inicia a las 21:30 horas, en las puertas del Palacio Municipal
“Consiste en caminar por las callejuelas del pueblo, principalmente por la calle del Palacio. Bajamos por la calle Obregón, llegamos a la antigua Casa de Moneda y ahí nos detenemos a cantar unos tres temas”, explicó el tuno Ramsés Acuña.
En el camino se acompañan de una mula que carga con vino tinto y vino blanco, que se reparte en vasos pequeños a quienes forman parte del grupo.
“Somos una estudiantina muy especial por las características que engloba la región. Nos apegamos a la tradición, que es tocar música de zarzuela, de españolería y rumba flamenca, pero todo esto con un componente norteño para destacar el lugar donde vivimos”, indicó en entrevista.
Además, tocan temas de actualidad para crear un mejor ambiente. “Que viva España”, “Mi tío Desiderio”, “Novillero” y “Granada” forman parte del repertorio, además de “Suavecito”, “La yaquesita”, y hasta “María”, que popularizó Ricky Martin.
Ramsés Acuña es uno de los integrantes con más antigüedad en la Estudiantina Dr. Alfonso Ortiz Tirado, su grado es el de tuno.
Dentro de la agrupación existen tres niveles: uno es el de los principiantes (pardillos), el otro es de los novatos y a quienes tenemos más antigüedad se nos llama tunos, que es el rango más alto”
Su indumentaria es la típica española del siglo XIV y XV, pues allá nacieron las estudiantinas. Sobre de ella portan listones de varios colores y tienen un significado.
“En el siglo XIII o XIV, el tunante o tuno llevaba el canto a todos los pueblos y en cada uno de ellos conquistaba a una muchacha para tener un amor en cada puerto, como se decía.
“Para agradarle a la chica había que llevarle serenata y si la muchacha le correspondía, se quitaba el listón de su cabello para colgarlo en la capa del tuno como muestra de que aceptaba ser su pareja”, platicó.
Cada una de las cintas representaba a la nueva novia que él tenía. A fin de rescatar la tradición, cuando la estudiantina participa en eventos culturales de relevancia, sus integrantes siempre se colocan listones en recuerdo para jamás olvidarlo.
La Estudiantina Dr. Alfonso Ortiz Tirado nació a raíz del festival del mismo nombre, que en enero pasado celebró su edición número 35 en varias regiones del país
“Por ahora somos 16 elementos, pero en ocasiones hemos llegado a ser ocho o hasta 35, varía mucho. La mayoría de los que van llegando son estudiantes de preparatoria y cuando ingresan a la universidad abandonan el grupo, pero está bien porque así nos vamos renovando. En mi caso, llevo 21 años”, apuntó.
Durante el Festival Alfonso Ortiz Tirado (FAOT), la estudiantina realiza una callejoneada por día y una vez que termina el evento, hacen dos o tres al mes.
“Hay gente que nos contrata sólo para su grupo de amigos y lo hacemos, ya sea en sábado o domingo. La callejoneada la cobramos en 4 mil 500 pesos”, comentó Ramsés Acuña, al destacar que el tololoche, contrabajo, acordeón, mandolinas, bandurrias, panderos, castañuelas y guitarras son los instrumentos que llevan consigo.
“No hay límite de personas, podemos cantar para 10 o para mil. Mientras quepan en la calle, son bienvenidos. Se suman muchos extranjeros porque les gusta el ambiente y se divierten. Algunos bailan, otros cantan y algunos más lloran por los recuerdos que les provocan las canciones”, concluyó.