Ayer jueves, con los votos de los 9 legisladores sin partido se logró la mayoría calificada para aprobar en lo general y en lo particular, la consulta popular y la revocación de mandato que permite la destitución de los servidores públicos que hayan incumplido con sus obligaciones frente a la sociedad.
Reformas que a decir del diputado federal Carlos Torres Piña, recuperan el espíritu original de que la soberanía nacional reside esencialmente en el pueblo, además de que fortalecen la democracia directa, la rendición de cuentas, la evaluación del desempeño institucional y el control del poder político desde la ciudadanía.
La revocación de mandato, explicó, es el procedimiento por el cual los ciudadanos pueden destituir a un funcionario público antes de que expire el periodo para el cual fue electo, lo que alienta a prevenir el daño a las instituciones sobre la base del cumplimiento del servicio público
El dictamen, avalado por 329 votos a favor, 153 en contra y 2 abstenciones, que será enviado al Senado de la República, establece el procedimiento de revocación de mandato del Presidente de la República, gobernadores y jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
En el caso de la revocación del mandato del Presidente, será convocada por el Congreso de la Unión a petición del Presidente de la República y el equivalente a 33% de los integrantes de cualquiera de las Cámaras o al 3% de los inscritos en la lista nominal y se llevará a cabo durante el tercer año de su periodo.
Las consultas populares se podrán realizar por convocatoria del Congreso de la Unión o por 1% del padrón electoral, y será el Instituto Nacional Electoral el facultado para realizar los ejercicios de votación.
“Ambos instrumentos -atajó el diputado michoacano- fortalecerán la soberanía y los derechos de participación política, que permitirán consolidar un gobierno moderno, democrático, estable y equilibrado en su ejercicio»
“Hoy, finalmente serán los ciudadanos y no las élites quienes definan si algún servidor público, incluyendo al Presidente de la República, tiene que seguir o no en el ejercicio de su función, lo cual fortalece y alienta a la democracia en México”.
En ese sentido, Torres Piña destacó que con estas reformas, se establece el acto de fundación del nuevo Estado mexicano al regresar a la ciudadanía algo que de origen es suyo, profundizando de manera irreversible la democracia del México moderno.