Ciudad de México.- (Notimex).- Un nuevo estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) mostró que un ambiente ácido desencadena genes, los cuales vuelven a los tumores más invasivos y metastásicos.
Los científicos atribuyen la acidez de un tumor a la falta de oxígeno, debido a que no tienen un suministro adecuado de sangre. La investigación reveló que el ambiente ácido ayuda a las células malignas a generar proteínas que las vuelven más agresivas
No obstante, los investigadores demostraron que podrían revertir el proceso en ratones reduciendo el ambiente ácido del tumor.
“Nuestros hallazgos refuerzan la opinión de que la acidificación tumoral es un importante impulsor de los fenotipos agresivos de tumores”, apuntó Frank Gertler, uno de los autores principales del estudio.
Los resultados del análisis arrojaron que no sólo las células en el interior del tumor privado de oxígeno eran ácidas, pues también había regiones ácidas en el límite del tumor y el tejido estructural que lo rodea, conocido como el estroma.
“Había una gran cantidad de tejido tumoral que no tenía ningún sello de hipoxia que estuviera claramente expuesto a la acidosis. Comenzamos a analizar eso y nos dimos cuenta de que la hipoxia probablemente no explicaría la mayoría de las regiones del tumor que eran ácidas”
La investigación también halló que en las regiones ácidas, las células activaron programas de expresión génica asociados con la invasión y metástasis.
Cerca de tres mil genes mostraron cambios en la actividad dependientes del PH, y cerca de 300 tuvieron variaciones en la forma en que se ensamblan los genes.
“Esta reprogramación, que es una respuesta intracelular a una caída en el PH extracelular, le da a las células cancerosas la capacidad de sobrevivir en condiciones de PH bajo y proliferar”, dijo el especialista Nazanin Rohani.
De acuerdo con los científicos, es el primer estudio que demuestra que la acidez desencadena un empalme alternativo para estos dos genes.
Como parte del proyecto, los investigadores decidieron estudiar cómo responderían los genes a la disminución de la acidez del microentorno del tumor.
Para ello, agregaron bicarbonato de sodio al agua potable de los ratones. El tratamiento redujo la acidez del tumor y cambió la expresión génica más cerca del estado normal.
No obstante, el bicarbonato de sodio no sería un tratamiento viable para el cáncer, porque no es bien tolerado por los seres humanos.
La expresión de nuevos genes de empalme alternativos en respuesta al microentorno ácido del tumor ayuda a las células a sobrevivir, lo cual representaría una alternativa para revertir esos programas y perturbar el crecimiento del tumor y la metástasis.