Ciudad de México.- Una capacitación adecuada al personal de salud ayuda a detectar el grado de desnutrición del adulto mayor y así ofrecer una atención oportuna, aseguró el médico internista, geriatra y maestro en salud pública Eduardo Sosa Tinoco.
El especialista, adscrito al Instituto Nacional de Geriatría de la Secretaría de Salud, señaló que uno de los graves problemas que impide reducir la presencia de la desnutrición en adultos mayores es que algunos médicos asumen que perder peso o músculo puede ser un cambio normal del envejecimiento.
La desnutrición puede agravar problemas como la demencia tipo Alzheimer, la depresión, caídas, discapacidad o fragilidad, entre otros, afirmó Sosa Tinoco en un comunicado de la dependencia.
De acuerdo con el doctor, en 2017, con base en las estimaciones del proyecto de carga mundial de morbilidad, alrededor de tres mil 300 personas mayores de 70 años murieron por desnutrición.
La desnutrición proteico-calórica, una categoría más particular de este mal, afectó a alrededor de 135 mil personas de 70 años y más, refirió el geriatra.
Expuso que el mayor número de casos de desnutrición se registra en los estados de México, Veracruz, Jalisco y Puebla y, con menos casos en Baja California Sur, Campeche, Quintana Roo, Colima y Tlaxcala.
Advirtió que la disminución de la ingesta es uno de los rasgos más tempranos de la desnutrición, situación que se prolonga hasta significar una pérdida de peso en más de 5% en seis meses, por lo que es una de las señales para buscar atención.
Otro punto de alerta es el enlentecimiento del “vaciamiento del estómago”, lo cual hace que las personas se sientan satisfechas y dejen de comer, además la toma diaria de medicamentos puede alterar la percepción de sabores y olores, lo cual provoca pérdida de apetito.
La desnutrición, señaló el especialista, puede aumentar el riesgo de complicaciones en otras enfermedades como la diabetes, hipertensión, insuficiencia renal y problemas cardiacos.
Destacó que durante las semanas de Salud para Gente Grande se llevan a cabo acciones para detectar los riesgos de desnutrición en las personas mayores, tales como checar el peso corporal, estatura, así como el tipo de alimentación que llevan para saber si están en esa condición. (Con información de Notimex).