Morelia, Michoacán.- Ante la crisis que se vive en el país y el mundo, por el coronavirus, el coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado, Antonio Soto Sánchez, convocó a la unidad de todos, con una visión de Estado, para derrotar al enemigo común: la pandemia; «hoy, las diferencias políticas, partidarias e ideológicas no deben ser el centro, ya que la prioridad debe ser evitar mayores contagios y muertes por el Covid-19».
Al hacer uso de la Máxima Tribuna, a nombre del Grupo Parlamentario del PRD, para fijar un posicionamiento relativo a la contingencia sanitaria por el virus SARS-CoV- 2 (COVID-19), el diputado exhortó al Ejecutivo Federal a que asuma plenamente su papel de máxima autoridad y todos los mecanismos que la Constitución y las leyes ponen en su mano, para afrontar la pandemia y salvar vidas.
Advirtió que de las medidas que se tomen en estos días, dependerá el destino de millones de mexicanos, ya que a la crisis de salud, se suma también las graves afectaciones a la economía y, si no se interviene de manera correcta, las cosas empeorarán y con ello, el ahondamiento de la inseguridad, la crisis social y política.
“Hemos visto una completa falta de coordinación entre las instancias del Ejecutivo Federal, con las autoridades locales; incongruencia entre las recomendaciones de algunos órganos y su cumplimiento por parte de otros de la propia Federación; así como la inacción, al no tomar las riendas de la conducción de esta crisis sanitaria, asumiendo plenamente todos los instrumentos que le brindan la Constitución y las leyes para hacerlo”, subrayó.
Antonio Soto lamentó la inacción del Gobierno Federal y el vacío que éste ha generado, obligando a gobiernos locales a tomar medidas más radicales, con el fin de salvar vidas.
Hizo mención que México enfrenta la pandemia en condiciones precarias, sin el suficiente recurso humano; aunque se niegue, hay graves carencias de médicos y enfermeras, además de que existe déficit de camas y unidades de cuidados intensivos y desabasto de medicamentos e insumos, por lo que apremia que la Federación priorice la atención a la contingencia en materia de salud y económica.
“En un país de 120 millones de habitantes, sólo se cuenta con poco más de cinco mil ventiladores mecánicos, muchos de ellos muy viejos y en malas condiciones”, recalcó.
En materia económica, expuso que las agencias financieras del mundo prevén una recesión económica en México, que va desde el -2% hasta el -7%; la mezcla de petróleo mexicano se sitúa en su nivel más bajo, jamás visto; vale más extraerlo que lo que cuesta en el mercado.
Aunado a ello, recalcó: “sumemos a lo anterior la inseguridad que no cesa, la corrupción que continúa y el país con su población y clase política polarizados, enfrentados y divididos, con una dirección política que, al menos en sanidad, envía, a cada momento, señales contradictorias y que no asume oportunamente el mando, ni la coordinación con otros niveles de gobierno, ni con la sociedad, por lo que el panorama es más complicado”.
La prioridad en estos momentos, enfatizó Antonio Soto, es ahondar las medidas de promoción y prevención consistentes en la higiene y el distanciamiento social, hay que aplanar la curva de la pandemia para hacerla manejable, sino, de lo contrario, se estará en graves problemas con la estructura hospitalaria desbordada y colapsada.
Por ello, llamó a coordinar esfuerzos para enfrentar con mayor eficiencia, con los medicamentos, insumos, recursos humanos, infraestructura y equipamiento, con lo que se cuenta.
Demandó reasignar los mayores recursos posibles para proteger la vida de la población y en lo económico proteger a la planta productiva, y evitar la destrucción de valor que implicaría el cierre masivo de miles de empresas, la mayor parte micro, pequeñas y medianas y la pérdida masiva de empleos que ello conllevaría.
“Ya se ha advertido que si nuestro país tuviera un crecimiento negativo de entre el 5 y 6%, 2.4 millones de unidades económica se caerían en bancarrota y 13 millones de personas perderían su empleo y lo peor de todo, a los 61 millones de pobres se sumarían 21 millones más; es decir, que 82 millones de mexicanos no tendrían acceso a los mínimos de bienestar”, enfatizó.
Finalmente, reiteró su llamado a lograr la unidad nacional, ya que “las divisiones y disputas solamente nos llevarán a la dispersión de fuerzas, el actuar no coordinado, a la indisciplina institucional de diversos actores políticos, al ánimo de algunos para medrar y sacar raja política de la crisis, a poner en riesgo la gobernabilidad”.