Desde el aislamiento social hasta el trabajo medico en primera línea, el covid-19 plantea serios desafíos para la salud mental. Después de semanas de aislamiento social completo, se habla de “un experimento social que nunca antes se había hecho».
El país ha sufrido una gran cantidad de muertes por el coronavirus, y ha sufrido uno de los bloqueos más estrictos del mundo. Los efectos sobre la psique serán profundos, dicen los expertos en psiquiatría.
La mitad de la población mundial se hayan en alguna forma de confinamiento. Y muchas personas enfrentan la mayor amenaza para su salud y sustento en la historia. Según la Organización Mundial de la Salud «Estamos viendo la propagación de un virus, pero; desde el principio, también hemos estado viendo la propagación y crecimiento del delito».
Además de tener que pensar en la amenaza del virus en sí, la vida pública y personal ha cambiado más allá del confinamiento. Las acciones que se han tomado para frenar la propagación de la enfermedad han dejado a algunos, si no es que, en la mayoría, el tener que luchar por sobrellevar la falta de trabajo, la pérdida de ingresos, la separación de familiares y amigos y graves problemas de salud. Para otros, se trata de trabajar en la primera línea médica, y enfrentar experiencias potencialmente traumáticas de toma decisiones morales difíciles.
Cualquiera que sea nuestra situación, es hora de ver qué podemos hacer para limitar el costo del bienestar mental. La gente se enfrenta a una experiencia nueva, amenazante e impredecible.
Al mismo tiempo, las personas están perdiendo estrategias de afrontamiento importantes para situaciones estresantes, soportando interrupciones en su rutina y teniendo que alejarse de sus amigos y familias. También pueden sufrir las pérdidas de los seres queridos. Es importante considerar las mayores implicaciones de esta emergencia de salud mental.
Las personas han experimentado un aumento de la ansiedad, la depresión y el estrés, y las preocupaciones sobre el aislamiento. Estas son preocupaciones más grandes que la posibilidad de tener covid-19. Tomar en serio estos costos psicológicos es crítico. El impacto en la salud mental es el desenlace de este evento, y es preocupante.
Estos problemas son muy reales. No es demasiado pronto para comenzar a enfrentar las consecuencias. Los países necesitan prepararse para saber cómo abordarán la salud mental y el apoyo psicosocial. ¿Como hacemos eso? En muchos aspectos, la situación no tiene precedentes, ahora estamos lidiando con lo desconocido.
Martín Medina