Morelia, Michoacán, 13 de julio 2020.- Las diputadas y diputados de la LXXIV Legislatura tenemos una deuda con la soberanía del Poder Legislativo; los michoacanos merecen un Congreso autónomo, que no sea comparsa del Gobierno del Estado, y pueda hacer contrapesos en el ejercicio del poder, afirmó ante el pleno el diputado de morena Alfredo Ramírez Bedolla.
Al emitir el pronunciamiento del Grupo Parlamentario de Morena en la sesión de cierre del segundo año legislativo, Alfredo Ramírez expresó que «un Congreso que no llama a la rendición de cuentas solo es un Congreso de ornato, y no es eso lo que esperan de nosotros los michoacanos».
Señaló que la aprobación del presupuesto 2020 sin un análisis riguroso, y la autorización que se le dió a Silvano Aureoles para contratar más de 4 mil millones de pesos en deuda, son muestras irrefutables de la sumisión del Congreso al Ejecutivo estatal.
«La sociedad nos exige, a todos los niveles y órdenes de gobierno, mayor transparencia y un mejor uso de los recursos públicos, entonces, el Legislativo debe acompañar ese legítimo reclamo», recalcó el legislador de Morena.
Añadió que, aunque en el segundo periodo legislativo se han realizado 50 sesiones de pleno, rebasando por mucho las mínimas contempladas en la ley, «debemos reconocer que la estridencia del debate político, en ocasiones nos ha impedido entregar buenas cuentas en asuntos relevantes como el nombramiento de titulares en órganos autónomos. Tenemos que hacer un esfuerzo mayor para que las instituciones públicas no sean rehenes de intereses partidistas».
Estamos por iniciar el proceso electoral en Michoacán, señaló, lo que sin duda trastocará la dinámica de la LXXIV Legislatura; «en esta coyuntura tenemos que ser muy responsables y no olvidar que trabajamos para las ciudadanas y ciudadanos, por eso hago un llamado a no hacer del Congreso una arena de disputas electorales que frenen el trabajo legislativo».
Añadió que en el Legislativo no debe ocurrir lo que pasa actualmente en Gobierno del Estado, dónde Silvano Aureoles ya es más un político en campaña que un gobernador comprometido con los ciudadanos, ocupado más en pactar alianzas políticas y formar frentes opositores que en gobernar.
Incluso, adelantó que más temprano que tarde, el Gobernador podría solicitar licencia, ya sea para buscar la dirigencia de su partido político o para tener alguna diputación plurinominal, «entonces debemos pensar en el perfil de un gobernador Interino que garantice el cierre de la presente administración estatal».