Están por iniciar las campañas electorales en Michoacán y habrá de renovarse la gubernatura del Estado. La disputa real será entre Raúl Morón, candidato de la posible alianza MORENA-PT, y del otro lado estará Carlos Herrera, candidato de la Gran Alianza por Michoacán PAN, PRD y quizá PRI; digo quizá, porque el PRI Nacional aún no manda el nombre.
En la encuesta que conocí recientemente y que es de una casa encuestadora seria, el MORENA (como marca política), sigue siendo la más fuerte en Michoacán. Es decir, el reto para la Gran Alianza es ganarle a la marca MORENA, Michoacán, no tanto a Raúl Morón. Lo que hace fuerte a Raúl Morón, es Andrés Manuel López Obrador y con seguridad se montará por completo en él; de esto, deberían estar haciendo ya parte de su estrategia.
En mi óptica, la alianza PAN, PRD, PRI, ya no está lejos del MORENA y si trabajan de manera estratégica e innovadora, sí podrán pelear la gubernatura.
¿Y qué decir de Morelia, Michoacán? Sin temor a equivocarme, no es el municipio que da el triunfo, pero sí tiene un peso muy importante en el resultado final; representa aproximadamente el 20% del triunfo electoral, por lo tanto, el que quiera ser Gobernador del Estado, debe procurar ganar Morelia. Debe hacer una alianza muy estratégica con él o la candidata a Presidente o Presidenta municipal de Morelia, para que le sume votos.
¿Y quiénes se perfilan para ser los candidatos por Morelia? En esta ocasión, visualizo a puros hombres.
De parte del PRI, en las encuestas a las que he tenido acceso y que son de la misma casa encuestadora, es Memo Valencia el más fuerte; le sigue Wilfrido Lázaro y en tercer lugar, aparece Daniela de los Santos. Los demás nombres que se mencionan en ocasiones, no pintan en las encuestas que veo. La pregunta aquí sería, si Memo Valencia sería la mejor carta. Desde luego, tiene pros y contras. En casi tres años, ha hecho crecer su marca política de manera importante, pero sus peores enemigos los tiene dentro del PRI y lo quieren ver caer. Memo Valencia debe vencer el mito que están haciendo de él: “que solo es una estrella de las redes sociales”. El asunto, es que no veo que Memo Valencia haga algo estratégico para comunicar sus negativos y revertirlos. De Wilfrido Lázaro, creo que puede tener una estructura más armada que Valencia, como resultado de tantas campañas en los últimos 10 años, pero no lo veo creativo y decidido en su comunicación política. Aún puede competir por esta candidatura, pero debería comunicarlo ya y mostrar más contundencia con su experiencia. Y de Daniela de los Santos, me parece que sus números son fuertes para dar la pelea por una diputación plurinominal, a menos que comunique con mayor fuerza y posicione que puede ser la alcaldesa. Mas bien, creo que está lista para ser una de las mujeres importantes en el Congreso de Michoacán.
Dentro de los panistas, me parece que el candidato será Alfonso Martínez. Es la marca más fuerte desde hace varios años. Miguel Ángel Villegas ha hecho su esfuerzo, pero no veo por dónde su marca política pueda competir contra la marca, Alfonso Martínez. Villegas bien podría competir por una diputación local o federal. Creo que tiene fuerza suficiente para ganar y sumar al candidato de la Gran Alianza por Morelia.
En el PRD no veo perfiles fuertes o con una comunicación que conecte con la población. El exsecretario de educación quiere ser candidato a Alcalde, pero su marca política es prácticamente imperceptible. Me parece que no le da ni para una diputación competida, quizá plurinominal, en la negociación.
Y de parte del MORENA, percibo tres marcas políticas con presencia; unas más que otras. Para mi, la marca más trabajada es Juan Carlos Barragán, aunque ha recibido duros golpes por sus brincos constantes. Manifiesta apoyo a uno, y al día siguiente a otro y envía señales de incongruencia (disociación cognitiva, decimos en neuromarketing político). Enseguida, percibo la marca Alfredo Ramírez Bedolla, aunque me parece una marca tóxica, por su mensaje. Tiene más de dos años siendo el encargado de golpear al Gobernador de Michoacán. El problema con esto, es que no es una marca que sume con propuestas únicas de valor y diferenciadoras. Tiene mucho por hacer para vencer la comunicación de la marca Barragán. Y en tercer sitio, percibo la marca política Iván Pérez Negrón, pero su comunicación es descafeinada, no es innovadora y más bien manda un único mensaje: ser un “apoyador a ultranza” de los que toman las decisiones en el MORENA y, desde luego, del Presidente de México. Se le ha ido el tiempo en esto, aunque tiene algo poderoso a su favor: aceptó sacrificarse mediáticamente al proponer a nivel nacional quitar miles de millones de pesos al sector salud para dárselos a la discrecionalidad del Presidente de México. Ese suicidio coyuntural, con seguridad se lo pagarán, y muy bien.
Esto que escribo, tiene que ver más con la comunicación y el marketing políticos que aprecio en los mencionados, pero la política en la mesa de negociaciones suele ser distinta. De los punteros que considero, puede ser que en la negociación no llegue alguno, y más bien lo logren los que no aprecio como fuertes en neuro comunicación y neuromarketing políticos.
La política es una ciencia, pero también tiene mucho de arte.
Ya les platicaré en algunas semanas, como avanzan en Morelia.
* El autor es consultor, estudia la maestría en Comunicación, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
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