Morelia, Michoacán, 29 de junio 2022.- Desde Michoacán se comienza a gestar una asonada para derrocar de la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) a Marko Cortés.
Los reclamos de la dirigente local blanquiazul, Cuquita Cabrera, sobre los resultados electorales del pasado 5 de junio revelan la traición. Para Cabrera, Marko Cortés no cumplió con la expectativa que se veía al inicio de la contienda. Se entiende, que Gustavo Madero (que calificó a Marko como un triste “cadenero de discoteca”), ya trabaja muy de cerca con la exdiputada local.
Fuentes bien enteradas al interior del Comité estatal, señalan que la presidenta y su secretario general, Javier Estrada, gracias a las negociaciones de José Manuel Hinojosa, decantaron al mejor postor y atienden instrucciones dictadas desde la Casa Michoacán por Alfredo Ramírez Bedolla y Carlos Torres Piña, una de ellas, remover de la coordinación de los diputados blanquiazules locales a Oscar Escobar, un obstáculo para los intereses Morenistas. Por la cabeza de Escobar, la triada Hinojosa-Cabrera-Estrada, ya recibió una Notaria a nombre de Diego Anita Gutiérrez.
El silencio de los dirigentes locales panistas frente a los desatinos del gobernador Bedolla, confirman el amasiato.
Son los diputados federales michoacanos, emanados de Acción Nacional, quienes rompen el silencio cómplice del comité estatal fijando posicionamientos semanales frente a los temas políticos que exigen una postura firme de la oposición.
El siguiente paso, ordenado por el Morenismo a los dirigentes panistas, será aprovechar las relaciones filiales de José Manuel Hinojosa, las diputadas Mónica Lariza Pérez y Liz Alejandra Hernández, para desestabilizar la bancada blanquiazul y destronar a Oscar Escobar, cuya grave falta fue comportarse como una verdadera oposición y mantener cohesionada a la Alianza Legislativa del PAN, PRI, PRD y PES.