Con frecuencia varios de mis clientes me preguntan, si las ruedas de prensa de López Obrador (“las mañaneras”) siguen teniendo efecto en las personas y en todo caso, por qué lo tiene.
Suelo responderles que sí, que siguen generando los efectos que el Presidente desea, sobre todo en sus fieles seguidores; desde luego, en “sus contras” no genera los mismos efectos.
Ahora bien, desde una perspectiva de comunicación estratégica, es decir, de segmentación del mensaje, lo que López Obrador hace es lo que se debe hacer. Sus opositores podrán decir que “ya no le funciona igual”, pero en realidad los ciudadanos opositores no importan. Ojo con esta clave: el mensaje de AMLO, está solamente dirigido a sus seguidores y a ellos sí los impacta en la mente. López Obrador no busca convertir opositores en “amloistas”, por eso da igual lo que piensen.
¿Por qué funciona lo que hace López Obrador con sus mañaneras? Bien, como lo dijo Jano García: “quien controla los mensajes que recibe la masa controla el poder”, y esto es precisamente lo que hace Obrador. Desde sus mañaneras, controla el mensaje que le manda a sus seguidores, a esos que le creen, que lo quieren, que ya tienen pensado votar por su proyecto en 2024; los mensajes de López Obrador impactan a muchos (no todos) los que reciben algún tipo de apoyo social de parte de Obrador.
¿Y cómo funciona esto desde la psicología de las masas? En términos generales, casi todos los seguidores de AMLO actúan en masa y eso debilita su capacidad de juicio y de entendimiento del mensaje y de las cosas; no lo digo yo, lo dijo, por ejemplo, Gustave Le Bon.
¿Se van a enojar conmigo estos seguidores de AMLO? Seguramente sí, pero en realidad tampoco importa, porque aplico la misma estrategia del Presidente respecto a la segmentación.
Pedirle a estos seguidores que entiendan sobre psicología de las masas es algo infructuoso porque no lo van a hacer, por eso, esta columna no está dirigida a ellos, porque sé que no generará efectos, de ahí que los “amloistas” no sean mi objetivo, porque en su mente solo se presenta lo que en neuromarketing llamamos sesgo de confirmación.
Bueno, me regreso un poco. ¿Por qué entonces tiene tanto efecto el esquema de las mañaneras en los seguidores del Presidente de México? Porque la información manipulada que transmite el Presidente López Obrador tiene un objetivo de re-programación social, y eso es más amplio que solamente informar acciones de gobierno. De hecho, Obrador no informa acciones concretas porque tiene muy pocas o no tiene. Analice usted el contenido de las mañaneras, y se dará cuenta que todo gira en torno a la batalla que él y su grupo enfrentan contra los conservadores opositores, y adiciono algo muy importante: Obrador hace promesas a sus seguidores y esto los mantiene esperanzados y atrapados.
Esta manipulación de Obrador es crucial para lograr sus objetivos, porque necesita bases sociales y electorales sólidas; ocupa votos, pero para eso, necesita seguidores que no se dividan, una base social que no se merme y que no esté distrayéndose mirando hacia otro lado que no sean los temas que él impone en las mañaneras.
¿Cómo lo logra? Con el esquema de las mañaneras, construye un tipo de comunicación en el que la sobredimensión de un asunto respecto a otro, determina qué temas son percibidos como fundamentales.
Pero, además, la selección de las noticias o los temas que elige Obrador condiciona la percepción que tienen sus seguidores, focaliza su atención, les indica lo que es relevante omitiendo otros temas que con seguridad serían más importantes.
Esto, desde luego no lo aprecian sus seguidores, pero tampoco lo saben hacer sus opositores; por eso me siguen preguntando cómo es que Obrador es tan efectivo entre “los suyos”.
Los opositores no creen en esta efectividad comunicativa, porque no conocen este tipo de comunicación. Ellos creen que aún funciona la mera difusión de sus actividades, por eso ellos carecen de toda efectividad entre los suyos a diferencia de Obrador.
Aquí está una de las grandes fortalezas de López Obrador, y quien sepa descifrarla podría llevar un pie adelante para “disminuirlo”, o para construir sus propias narrativas persuasivas, que generen percepción entre ciertos nichos o audiencias estratégicamente elegidas.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.