El proceso electoral 2024 inicia en septiembre próximo, pero la construcción de las marcas políticas personales debió comenzar al día siguiente de las elecciones de 2021. ¿Por qué con tanta anticipación preguntarían algunos? Porque hacer una marca es un proceso profesional que lleva tiempo de investigación, análisis y arquitectura, y hacer estrategia para el posicionamiento de una marca, implica mucha paciencia y mucho tiempo para ver buenos resultados.
Por lo tanto, las personas que quieren ser políticos deberían tomar más en serio lo que significa hacer marketing político y comunicación profesionales. Un político que aspire a ser profesional necesita trabajar de manera seria y no solo como suele hacerse en México: se consiguen un “padrino” y salen a decir y hacer cualquier cosa que se les ocurra.
Esta es una realidad que tampoco cambiará de la noche a la mañana, pero se tiene que decir y sobre todo, se tiene que trabajar; por eso les quiero compartir un paso necesario para construirse como marca política personal, en el entendido de que construirse como marca personal que se dedique a la política, implicará mucho más de un paso.
Paso 1. Seleccionar.
Esto significa que la persona que se quiere construir como marca política personal debe tener como objetivo ganar la confianza de la gente y para ello debe mostrar credibilidad.
¿Y cómo se puede lograr tener credibilidad?
El político –con excepciones- en México suele creerse “todólogo”, tomar un micrófono y no parar de hablar, lo cual es un error, y esto sucede porque el ego los domina. Se tiene la falsa creencia que un político para que sea “bueno” debe saber de todo y hablar mucho, lo cual es una idea desfasada del tiempo actual.
El político profesional selecciona temas para dominarlos. Mi recomendación es tomar como mínimo uno y como máximo tres temas.
Estos temas deben de convertirse en los productos estrella que el político le va a vender a las y los ciudadanos y estos temas de especialidad, surgirán de aquello que le guste hablar, trabajar y con lo que se sienta más cómodo.
¿Y qué pasa con aquellos temas que le piden y no están en su lista de temas elegidos? Los debe dejar para otros especialistas; eso sí, los puede gestionar turnándolos y eso lo hará ver muy bien.
Si el ego de turnar los temas no le gana, no solo descasará en su carga de trabajo, sino que el político proyectará más profesionalismo.
Hasta aquí dejo el proceso de marketing político.
Entonces, el primer gran paso para convertirse en marca política personal es seleccionar aquellos temas en los que se trabajará hasta convertirse en un experto, sin ego, con paciencia y con estrategia.
Desde luego asesorarse de consultores o asesores en comunicación y marketing político, será aún mejor porque facilitará una fórmula infalible: el político sabrá “qué decir” y el consultor ayudará en el “cómo decirlo”.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.